Bishop Gregory Parkes Issues Statement on Current Immigration Crisis
The Catholic Church is pro-life. This means we believe that each human life has dignity, regardless of immigration status.
Human dignity exists because each of us is created in the image and likeness of God.
We also affirm that sovereign nations have the right to control and restrict their borders, and law enforcement actions to preserve order and ensure community security are necessary for the common good.
On all sides of the immigration issue, there is fear. We must ask God to give us hope. Let us pray that justice and mercy will prevail.
Our country has long been a refuge for families and individuals fleeing violence, persecution, and acute poverty. May our leaders enforce the laws of our nation and show compassion for the good and hard-working immigrants who only seek to provide for their families and contribute to our great nation.
Let us pray for our country that we may always be a nation of freedom and peace, and that we may live without fear of violence, persecution or discrimination. Let us come together to respect the human dignity of all life from conception to natural death.
Mons. Gregory Parkes emite una declaración sobre la actual crisis migratoria
La Iglesia Católica está a favor de la vida. Esto significa que creemos que cada vida humana tiene dignidad, independientemente de su estatus migratorio.
La dignidad humana existe porque cada uno de nosotros ha sido creado a imagen y semejanza de Dios.
También afirmamos que las naciones soberanas tienen derecho a controlar y restringir sus fronteras, y que las acciones de aplicación de la ley para preservar el orden y garantizar la seguridad de la comunidad son necesarias para el bien común.
El tema de la inmigración provoca miedo a todas las partes envueltas. Debemos pedirle a Dios que nos dé esperanza. Oremos para que prevalezcan la justicia y la misericordia.
Nuestro país ha sido durante mucho tiempo un refugio para familias e individuos que huyen de la violencia, la persecución y la pobreza extrema. Oremos por nuestros líderes, para que hagan cumplir las leyes de nuestra nación y muestren compasión por los inmigrantes buenos y trabajadores que solo buscan mantener a sus familias y contribuir a nuestra gran nación.
Oremos por nuestro país para que siempre seamos una nación de libertad y paz, y para que vivamos sin miedo a la violencia, la persecución o la discriminación. Unámonos para respetar la dignidad humana de toda vida, desde la concepción hasta la muerte natural.